Método Vocal



Qué pasos hay que dar

Los Pilares Fundamentales son: 
 Columna de aire 
La base desde donde hacer Crecer nuestro instrumento Vocal es la Columna de Aire, es la raíz del árbol que desea Crecer libre, cuanto más fuertes sean estas raíces mejor es el desarrollo que lograremos en nuestra Voz, abriendo puertas que nutren nuestros sonidos.

Aqui entra en juego el diafragma, una membrana muscular que nos permite retener y dosificar el aire, para reconocerlo tendremos que adoptar una postura corporal que nos facilite y potencie su detección.



Estiramos y alineamos la Columna Vertebral, los hombros se elongan hacia atrás y abajo, relajando al mismo tiempo los brazos. Estiramos el cuello acomodando la cabeza levemente hacia atrás con una buena posición de las cervicales.

Abriremos el pecho por lo tanto también las costillas. Nuestro cuerpo continuamente se re-acomoda, atendiendo a que la elongación no es sinónimo de tensión, lo que deseamos es mantener una buena postura que nos relaje y que potencie nuestra fuerza y flexibilidad.

Es muy importante que nuestros pies nos sostengan, para ello apoyaremos toda su superficie colocándolos paralelos y separados entre si por la distancia  del ancho de nuestros hombros.
Entonces será más fácil llevar la pelvis hacia adelante bajando la cadera y flexionando levemente las rodillas, nuestros glúteos serán capaces de contraerse y realizar fuerza hacia los pies, fuerza que aprovecharemos para sumarla  a la de abdominales intercostales y superiores, activando estas fuerzas haremos reaccionar a nuestro diafragma.

Para entrenarnos una vez ubicada la postura Ingresamos aire por nariz  y lo enviamos a la zona baja e intercostal, es muy importante comprender que es poco aire el que utilizaremos, aprenderemos a  retenerlo, dosificando o simplemente soltarlo, jugando y entendiendo la sensación física que nos ayuda a reconocer el proceso, para ello utilizamos el soplido, podemos imaginar que soplamos una vela , cuanto más tiempo logremos soplar sostenidamente y de forma regular mayor impacto recibe el diafragma.  
Reconociendo nuestro cuerpo nos ayudamos a crear una fórmula que nos aporta mayor bienestar y  que generará también algo nuevo en nuestra manera de fonar.
Mi Método Vocal enfoca el Crecimiento Vocal en que cada quien Reconozca en si Mismo:

"Soy yo el Instrumento desde donde nace mi Voz”

Entonces desde mí realizo los Cambios para lograr lo que deseo en la Voz.

Dicción, músculos y huesos de la cara


La dicción, "Decir"  desde el Método Vocal adquiere un protagonismo Fundamental. Cantar es Decir en Notas, adornamos damos Musicalidad a la Palabra.
La Lengua es el Músculo con el que diferenciamos y definimos los sonidos que deseamos emitir, le enseñaremos a desarrollar fuerza.
Imaginando la punta de la Lengua en forma de flecha y posicionada en los dientes inferiores, le daremos la orden de decir una u otra vocal.  La lengua se convierte en el lápiz que dibuja las letras. Los labios, los pómulos y músculos de la cara aprenderán a  acompañar con fuerza pero a la vez mucha flexibilidad para lograr una buena Modulación. Además la lengua ayudará a adelantar el mentón.

El mentón  adelantado ayuda a ampliar la cavidad de la boca, normalmente cuando mordemos las muelas, los dientes superiores quedan por delante de los inferiores, pero cuando ejercemos fuerza con la lengua y adelantamos el mentón, esta posición se iguala. Esto unido a la succión (similar a bostezar), trabaja para que nuestro paladar blando se levante y la lengua baje, así creamos una gran bóveda en la boca. La garganta está muy abierta.
La succión es una fuerza activa que crea una  presión interna, Un Vacío que unido al “decir” las letras, evita el empuje constante de la voz, tan perjudicial para las cuerdas.
Nuestros resonadores son los huesos de la cara, dan a la voz infinidad de armónicos, nuestros huesos al igual que una cerámica son porosos, son la madera artesanal de nuestro hermoso Instrumento.
Uniendo fuerzas


Separar para unir en un lugar superior, esto es lo que hemos recorrido, Fuerzas que aprendemos a Reconocer y Desarrollar. Coordinándolas todo nuestro cuerpo trabaja al servicio de la voz, es nuestro instrumento, más allá de las cuerdas vocales.

Con nuestra Postura, columna que hemos construido, retendremos el aire, cuanto menos aire y más dosificado mayor beneficio, así conseguiremos que suba en forma de hilo muy fino y muy caliente, este roza las cuerdas dando un masaje, permitiendo que puedan vibrar libres de tensión.
Con nuestros labios, lengua y cara unidos a la vibración de cuerdas moldeamos las letras, pronunciando y modulando, encontraremos la resonancia en los huesos, siempre utilizando la fuerza de succión, sirviéndonos de la postura de nuestro cuerpo.
Aprender a colocar el sonido y sentir esa vibración en nuestros huesos, brinda una sensación difícil de explicar, todo nuestro cuerpo vibra en plena armonía con nuestros sonidos, lo que las cuerdas han creado continúa multiplicándose y enriqueciendo el sonido más allá de nosotros mismos.

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